Animated Spinning Kunai - Naruto

martes, 8 de noviembre de 2016

Cultura

La península de Yucatán es una meseta llana de piedra caliza con una serranía pequeña o pu’uk que intenta cruzarla diagonalmente aunque ésta muy pronto pierde altura. El suelo es rocoso, ofrece poca tierra para el cultivo y tiene pocos lagos, arroyos o ríos. Está cubierta de un bosque de maleza que gradualmente se convierte en selva hacia el sureste.

 Los mayas de Yucatán prosperaron en este medio ambiente y sus ciudades llegaron a su apogeo entre 800-1000 d.C. Aunque abandonaron algunos sitios, a la llegada de los españoles los mayas seguían viviendo en sus ciudades y practicando su religión. En 1562, fray Diego de Landa destruyó cinco mil ídolos y quemó veintisiete rollos jeroglíficos en el Auto de fe de Maní. Landa escribió: “Hallámosles gran número de libros con estas sus letras (escritura maya), y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sintieron a maravilla y les dio mucha pena”. Los mayas vieron quemarse dos mil años de su cultura. Landa, quien más tarde llegara a ser obispo de Yucatán, afirmó que España llevó a los mayas “justicia y cristiandad, y la paz en la que ellos viven”. No obstante, los españoles trajeron enfermedades a la que los indios americanos no tenían resistencia; las primeras epidemias acabaron de la tercera parte a la mitad de los indígenas de Mesoamérica. Murieron de cólera, malaria, sarampión, peste, sífilis, viruela, tuberculosis y tifoidea. Murieron también a mano de los soldados españoles, de la persecución religiosa y por abusar de ellos como esclavos. Al finalizar el primer siglo de dominio español en México, la población indígena se había reducido casi al noventa por ciento.

Gastronomía y sociedad

GASTRONOMÍA La cocina yucateca se destaca por la armoniosa combinación de los sabores y olores frescos de limas, naranjas, plátano, achiote y calabaza, entre otros, que hacen de sus platillos típicos, dignos representantes de la riqueza cultural que estas tierras exhiben. La cochinita pibil, la sopa de lima, los huevos motuleños, los papadzules, el poc-chuc y el pan de elote forman parte de este gran legado culinario del sureste mexicano.

 ACTIVISMO La sociedad civil mexicana se destaca por su participación solamente en ciertos estados de la república, entre ellos, Yucatán destaca por la pasión y organización de una sociedad que denuncia la existencia de presos políticos, el trato injusto y la discriminación hacia los indígenas (que conforman el 50% de la población del estado) y el atraso en materia de derechos humanos que Yucatán presenta. Centro De Medios Independientes De Yucatán – Con sede en la Península de Yucatán, esta asociación civil se describe a si misma como “un colectivo democrático no comercial”, cuya misión es proporcionar un foro de libre expresión a la opinión pública a través de internet, radio, video y otros medios de comunicación, en la lucha por la defensa de los derechos humanos. Su labor en el sureste de la República Mexicana está de la mano con otras asociaciones defensoras de los derechos humanos, como Indymedia.org, centro de medios de comunicación independiente que nace del trabajo conjunto de organizaciones activistas en 1999 para dar cobertura a las protestas realizadas por la cumbre de la OMC (Organización Mundial del Comercio) en Seattle. Asimismo, circulan en internet numerosos blogs y páginas web que denuncian las violaciones a los derechos humanos que suceden frecuentemente en el estado.

Costumbres y tradiciones

Un rasgo característico de esta cultura es su pícaro sentido del humor, reflejado durante la celebración de las vaquerías, fiestas celebradas en honor al recuento anual de las de reses y donde los asistentes bailan animadamente una jaranita hasta que alguien grita “¡Bomba!” y procede a recitar un cuarteto picaresco, sello de la identidad yucateca. Su música, conocida como trova yucateca, deleita a audiencias internacionales y es fruto de la amplia
influencia cultural que mencionábamos anteriormente. Y con la llegada de la “temporada”, en los calurosos meses de julio y agosto, la tradicional familia yucateca, se lanza a las playas y manantiales del estado para recrearse y descansar en compañía de los más cercanos. El caluroso clima de la península es mitigado durante todo el año también descansando en una cómoda hamaca. El origen de esta pieza de descanso es incierto. Su nombre, significa en haitiano “árbol”, y como la hamaca por lo general se amarra entre los troncos de dos árboles se cree puede haberse originado en tierras caribeñas. Sin embargo, los registros históricos hablan de las hamacas en Yucatán desde el siglo XVI, y es tan parte de su identidad como la cochinita pibil o guayabera yucateca. Asimismo, los fabricantes de estas coloridas camas colgantes son indígenas mayas que aún las elaboran manualmente en telares de madera.

Yucatán ubicación geográfica

Yucatán es uno de los treinta y un estados que, junto con la Ciudad de México, conforman las treinta y dos entidades federativas de los Estados Unidos Mexicanos. El estado se localiza en el sureste de México y en el norte de la península de Yucatán. Limita al norte por el golfo de México, al sureste por el estado de Quintana Roo y al suroeste por el estado de Campeche. Antes de la llegada de los españoles a la península de Yucatán, el nombre de esta región era el Mayab. Fue una región muy importante para la civilización maya, especialmente durante el denominado período posclásico, aunque los asentamientos mayas más remotos en la región se estima que datan del siglo III d. C., cuando las primeras migraciones provenientes del Petén se establecieron en la región de Bacalar, en el oriente de la península. La geografía y la historia mantuvieron a esta hermosa península aislada de los asuntos de la nueva república mexicana, y por esta razón, es que sus manifestaciones culturales evolucionaron de forma independiente del resto de la cultura mexicana, influenciadas por su contacto comercial con Francia, Cuba y la ciudad de Nueva Orleáns de los Estados Unidos de Norteamérica. Arquitectura, moda y gastronomía son artes que exhiben el latente sentir del yucateco, un sentido de pertenencia más del mundo que de su propia nación.